Cabo de Peñas es el punto más al norte de Asturias, y uno de los más septentrionales de España. Frente a su imponente y rocoso acantilado, sólo se divisa el Mar Cantábrico, perdiéndose la vista en su azul horizonte.
Estamos ante un paraje de extrema belleza, natural y salvaje: presume de tener una fauna y flora única. No sólo aves marinas, también es un buen lugar para avistar cetáceos.
Su faro, el de mayor alcance del litoral asturiano, se puede visitar. En la planta baja se sitúa un Centro de Interpretación Marina del Cabo de Peñas.
El Cabo de Peñas pertenece al concejo de Gozón, cuya capital es la villa marinera de Luanco, antiguo puerto ballenero.
Luanco es un pueblo pintoresco y animado, con un casco histórico salpicado de casas de colores y balcones acristalados. Su calle principal desemboca en la parroquia de Santa María, una bella iglesia de piedra gris sobre el mar, del S.XVII.
En torno al puerto, punto neurálgico de la villa, abundan las sidrerías en las que degustar todo tipo de delicias gastronómicas (almejas a la marinera, bígaros, fritos de pichín…) regadas por la mejor sidra.
Para acabar, un “secreto”: aunque Luanco tiene dos hermosas playas, a la izquierda de Cabo de Peñas, en plena naturaleza, se localiza una de las más bonitas de Asturias: la playa de Verdicio, rodeada de onduladas colinas tapizadas de verde.