La Catedral de Santiago de Compostela no solo puede visitarse por dentro, también es posible visitar sus cubiertas y disfrutar, entre otras cosas, de unas magnificas vistas.
La visita a Santiago de Compostela no estará completa si no se sube a las cubiertas de la catedral. Además de sentir lo que sentían los peregrinos en la antigüedad cuando subían a las cubiertas a quemar sus vestiduras, podréis disfrutar de una vista totalmente diferente de la ciudad de Santiago.
Las cubiertas son de granito y están escalonadas, se encuentran a 30 metros de altura y se accede a ellas por unas escaleras que constan de 84 peldaños. Durante el ascenso se visita la parte alta del interior del templo, otro motivo más para decidirse a subir.