Pasando el cerro de la Testa, al que el poeta José Ángel Valente llamaba “El Durmiente”, por su forma de cabeza de una persona con la cabellera anegada en el mar, encontramos el faro de Cabo de Gata.
Este paisaje es uno de los más bellos y conocidos de Almería, con la playa del Corralete, el faro, el arrecife de Las Sirenas y la torre de Vela Blanca dominando desde su altura.
El faro de Cabo de Gata se inauguró el 30 de abril de 1863, por lo que es el faro más antiguo de la provincia de Almería. Su torre cilíndrica de 19 metros, pintada de blanco, le hace tener una altura focal de 55 metros sobre el nivel del mar. El faro está construido sobre la plataforma del antiguo Fuerte de San Francisco de Paula (1737), del que se sigue conservando parte de la barbacana, y que, a su vez, se asentaba en la Punta del Cuchillo. Su situación, en la esquina SE de la península, le hace ser una luz imprescindible en la enfilación al Estrecho de Gibraltar de todos los buques que vienen del Mediterráneo hacia el Atlántico.
Desde su pie, un mirador permite recrearse en la belleza del Arrecife de Las Sirenas, una dispersión de picudos escollos volcánicos metidos en el mar, casi siempre festoneados de espuma.
Es uno de los faros en los que rodamos el documental "Faros: Guardianes del mar"
Artículo escrito por: Mario Sanz (Farero de Mesa Roldán)