Finestrat es un precioso municipio costero y al mismo tiempo montañoso. Lavilla, situada a sólo 5 kilómetros de su playa, se eleva sobre un cerro caracterizado por sus casas colgantes y las peculiares calles angostas de origen morisco.
Un paseo por el pueblo nos invita visitar la iglesia de Sant Bertolomeu y otros símbolos religiosos como los “taulells”, la ermita o pintorescos rincones y jardines distribuidos a lo largo del municipio. El casco histórico se levanta sobre los cimientos de un antiguo castillo árabe donde el mirador “El Castell”nos ofrece unas magníficas vistas.
La Cala de Finestrat, formada por una encantadora bahía, está protegida de modo natural del estrépito de las ciudades colindantes. El municipio, consciente del tesoro natural que posee, no ha escatimado en su cuidado. Estos esfuerzos le han llevado a conseguir de manera continuada desde 1988 la distinción de Bandera Azul.
La iniciativa privada ha dado forma a una oferta hotelera, de restauración y ocio, en absoluta armonía con la bahía. Encantadores restaurantes rodean la playa, permitiendo al visitante degustar su suculenta gastronomía a orillas del mar.
El Puig Campana, montaña de leyenda, es, con sus 1.410 metros de altura, su cercanía a la costa y sus peculiares formas,uno de los puntos más emblemáticos de la Costa Blanca. Sin esta montaña no se entendería la historia de Finestrat, pues a sus faldas la ha guardado y mimado como su más preciado tesoro.
En el Puig Campana, espacio natural protegido, encontraremos el lugar idóneo para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Tanto caminantes, aventureros y escaladores como simplemente aquellos que gusten de contemplar esta preciosa montaña, tienen en el Puig Campana, todo un referente de la costa levantina.
Finestrat, por su situación geográfica, ha acogido numerosas civilizaciones a lo largo de su historia. Con restos del Paleolítico Superior y de las culturas ibérica y romana, el origen de Finestrat se remonta a 1.280, cuando Pedro III, hijo de Jaume I “el Conqueridor”, otorgó la Carta Puebla a los lugareños.
Finestrat, pueblo con marcado acento morisco, refleja en la peculiar estructura de sus calles y sus restos arqueológicos, el encanto de los pueblos mediterráneos.
Son dignos de visitar, por su historia o el entorno natural que los rodea, “El
Castell”, laTorre, la Ermita del “Santíssim Crist del Remei”, la Iglesia de “Sant Bertomeu” y “La Font del Molí”.