Escapada de un día a las Hoces del Río Duratón (Segovia)

¿Quieres conocer un paraje diferente al que estás acostumbrado? Los paisajes de las Hoces del Río Duratón te sorprenderán.

Siempre es una buena ocasión para perderse entre los paisajes que el Río Duratón ha ido transformando a lo largo de los siglos, pero quizá otoño es la época ideal para disfrutar como nunca de los colores y contrastes que la estación nos ofrece.

Hoces del río Duratón (Segovia)

Hoces del río Duratón (Segovia)

Este paraje, constituido por el curso medio del Duratón, fue declarado Parque natural el 27 de junio de 1989 por las Cortes de Castilla y León.

Emprendemos nuestro viaje desde Madrid y hacemos nuestra primera parada en Sepúlveda, un pueblo con mucho encanto y con unos rincones y callejuelas que invitan a adentrarse en él. Comienza tu visita desde cualquier punto y detente un momento en su Plaza de España. ¡Te sorprenderá! Tras un paseo por el municipio, nos dirigimos, ahora sí, a nuestro destino: las Hoces del Duratón. 

Paramos en uno de sus famosos tramos, el de la Ermita de San Frutos. Recomendamos comenzar tu visita aquí, si eres un amante de la fotografía, ya que a la tarde las sombras de las hoces no te permitirán hacer la instantánea que estás buscando. Desde el parking a la ermita tendrás que andar aproximadamente durante un kilómetro por un sendero empedrado. 
Rodeamos la ermita para acercarnos a las hoces y avistamos los primeros buitres leonados, ¡a tan solo unos metros de nosotros! Siéntate durante un rato en silencio y disfruta de su vuelo majestuoso. La tranquilidad del lugar solo se verá interrumpida por los cantos de los cernícalos, pero que llenarán de más magia el paisaje que estás avistando.

Hoces del río Duratón (Segovia) - Ermita de San Frutos

Hoces del río Duratón (Segovia) - Ermita de San Frutos

Tras observar durante un largo rato los despegues y aterrizajes de los buitres, volvemos a coger el coche para dirigirnos a una zona arbolada ideal para realizar senderismo. Paramos en el Puente de Villaseca y comenzamos la senda de la Molinilla. Aquí el tiempo parece detenerse y te advertimos que perderás la noción del paso de las horas. Las formas que el río ha ido dejando en la roca son a cada cual más sorprendentes. Durante nuestra caminata comprobamos que hay varias cuevas a las que se puede entrar y en las que ha quedado el reflejo de quien en ellas ha permanecido. ¡Sube a la Cueva del Cura! ¡No te arrepentirás!

Hoces del río Duratón (Segovia)

Hoces del río Duratón (Segovia)

Una vez pasado el mediodía y disfrutado de nuestro picnic, nos ponemos en marcha hacia Sebúlcor, desde donde podremos acercarnos a las ruinas del antiguo Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz. Te aconsejamos que dejes el coche a unos 300 metros de la hoz, ya que el camino suele ser muy pedregoso y algo incómodo. ¡La caminata valdrá la pena! La localización del convento no te dejará indiferente y querrás volver a sentarte y gozar, una vez más, del vuelo de los buitres que rompen el riguroso silencio del lugar.