Es uno de los conjuntos histórico-artísticos más importantes y antiguos de Cantabria. Villa con gran encanto que nos traslada a la época medieval.
Conocido como el pueblo de las tres mentiras, porque ni es santa, ni llana, ni tiene mar, Santillana del Mar es uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de Cantabria.
Sus calles empedradas nos dan la bienvenida a su precioso casco histórico, declarado Monumento Histórico-Artístico desde 1889. Recorriéndolas, pronto te darás cuenta de su excelente estado de conservación y de cómo eso le hace tener un encanto especial. Varias casas palaciegas te acompañarán por tu recorrido hasta llegar a sus monumentos principales.
La Colegiata de Santa Juliana es uno de ellos. Una obra maestra del románico cántabro que te animamos a descubrir. En su interior guarda un precioso claustro del siglo XII en el que se respira paz y en el que podremos admirar 42 capiteles románicos, todos diferentes. También en su interior encontramos una bella iglesia en la que conocerás la dramática historia de su titular, Santa Juliana.
Otro de los rincones más bellos y característicos de Santillana es su Plaza Mayor. De planta irregular, en ella se sitúa el ayuntamiento de la villa, el Parador de Turismo y las torres de Don Borja y del Merino.
El palacio Valdivieso, del siglo XVIII; el palacio de Velarde o de las Arenas, del siglo XV; la Casas de los Quevedo y Cossío y la casa de la Archiduquesa o de los Abades completan la oferta arquitectónica de la villa.
Además, Santillana también nos ofrece varios museos y una amplia oferta hostelera donde disfrutar de su rica gastronomía.
Todo esto hace de Santillana del Mar uno de los principales atractivos de Cantabria y uno de sus lugares más visitados.