Guadix, del árabe Wada Ash o río Ash, se sitúa a los pies de la cara norte de Sierra Nevada, en la provincia de Granada. Emerge entre montañas arcillosas que apuntan al cielo como garras derritiéndose y que parecen deslizarse hasta los prados verdes de las riberas de los ríos de la Hoya.
La ciudad tiene un rico patrimonio arquitectónico que se muestra tímidamente influenciado por sus orígenes andalusíes y el colorido ocre, mostaza y blanco de sus casas y edificios emblemáticos parecen ensalzarlo. Ahora bien, hay algo muy característico de esta región, la accitana, y esas son las casas cueva o, como comienza a denominarse turísticamente, hábitat trogolodita. (Sí, a lo Picapiedra :-P) Pero eso os lo cuento después de dar un paseo por Guadix :-)
A pesar de que se han hallado restos de asentamientos humanos en la Edad de Piedra, la ciudad se procalama como tal y se funda como colonia romana en el año 45 a.C por Julio César, denominándola Julia Gemela Acci, para asentar a los legionarios de la Legio Secunda y Prima Vernacula con el propósito de establecer vínculos a través de matrimonios. Según la tradición Acci (de Guadix) se considera que la ciudad fue la primera en ser cristianizada en Hispania y la primera con sede episcopal. Pero también fue conquistada por los musulmanes siendo integrada en el Imperio Almorádive y, tras la caída de poder de los almohades, la ciudad pasó a formar parte del Reino Nazarí de Granada hasta su reconquista en 1487.
La Catedral de la Encarnación de Guadix (anexa a la Parroquia del Sagrario) se emplaza sobre lo que fue, en el siglo X, un templo hispano-visigodo y más tarde una mezquita. La Catedral se proyectó, una vez que la ciudad fue reconquistada, en estilo gótico pero cuando por fin se reunieron las condiciones para comenzar su alzado y adaptación desde la base como mezquita, el gótico ya era un diseño anticuado. Es por esto que se encargaron nuevos planos de la Catedral a Diego de Siloé en 1549, por lo que su estilo se fundamenta en el renacentista y prosigue con barroco. En 1574 las obras se paralizaron por falta de presupuesto y en 1594 se retoma su construcción hasta su finalización. No están permitidas las fotografías en el interior de la Catedral (al menos no cuando fuimos nosotros) pero es una auténtica belleza :-)
La Plaza Mayor de Guadix se construyó sobre el antiguo zoco musulmán. Se proyectó con soportales para permitir el paso de los jinetes con sus caballos, pero no era porticada en su totalidad ya que en ella se erigió el Corregimiento y el palacio del Rey Zegal. Sin embargo, la Plaza que hoy contemplamos es el resultado de una reconstrucción tras la Guerra Civil pues entonces la Plaza se quemó en su totalidad.
Desde la Plaza Mayor parten varias arterias del casco histórico. Son callejuelas que nos llevan a los diferentes barrios antiguos de la ciudad, pero es interesante observar cómo en su mayoría el trazado comienza en escaleras que derivan en empinadas cuestas. Ya desde aquí se aprecia el desnivel en el que se dibuja Guadix.
Desde allí nos dirigimos al Barrio Latino donde encontraremos numerosas casas señoriales y palacetes puesto que, tras la reconquista, fue en esta zona de la ciudad donde se asentaron numerosos hidalgos y señores. El escritor Pedro Antonio de Alarcón, por ejemplo, vivió en este barrio. A esta zona de la ciudad se ofrecen las traseras de la Catedral de Guadix donde se observa más claramente su estilo renacentista.
El Palacio de Villalegre es, probablemente, el más destacado de los palacetes y casas señoriales del Barrio Latino. Perteneció a una de las familias más importantes de Guadix tras la reconquista. Fué levantado en el siglo XVI sobre un antiguo palacio nazarí y hoy en día es el Taller de Empleo de la Junta de Andalucía.
Pero no desmerecen el resto de casas, muchas de ellas repletas de pequeños detalles que las hacen aún más enriquecedoras, como los baldosines que decoran los bajos de los balcones o las bellas puertas de madera tallada, en la Calle Ancha, de camino a la Alcazaba.
La Alcazaba de Guadix, de origen árabe, se construyó en el siglo XI. Tras la reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos en 1489 el castillo fué abandonado y en el siglo XVI parte interior de la construcción se derrumbó. Desde 1931 está declarada Patrimonio Artístico Nacional. Su posición en un montículo consigue que desde diversas y coquetas callejuelas de la ciudad puede contemplarse.
Desde allí partimos por la Calle Barrada salvaguardando el desnivel de la ciudad en un zigzag de paredes blancas como la nieve hasta llegar a la Iglesia y Convento de Santiago está considerado Monumento Nacional y fue construido sobre una antigua mezquita en el siglo XVI. La fachada es estilo plateresco y su composición y arquitectura es obra de Diego de Siloé. En su interior alberga un bellísimo artesonado mudéjar policromado.
Tras el paseo por la ciudad nos acercamos al denominado Barrio de las Cuevas, ya a las afueras, y es aquí donde se alzan esos montes arcillosos denominados tierras baldías, donde podemos encontrar las casas cueva trogloditas :-) Y, como su nombre indica, se tratan de casas excavadas en los montes arcillosos, con forma de cuevas.
Hay contabilizadas alrededor de 2000 cuevas (pero probablemente queden aún por descubrir). Sus orígenes se remontan a la toma de Granada por los Reyes Católicos. Los moriscos, fueron desplazados hacia los arrabales y terminando por quedar confinados en las afueras, habitando en estas cuevas hasta su expulsión definitiva tras la Guerra de los Moriscos en 1568. Una característica de estas casas cueva es que mantienen una temperatura constante de 23ºC durante todo el año.
En el complejo rural de las casas-cueva de Las Cuevas de Rolando (www.cuevasderolando.es), donde nos hospedamos en esta escapada. Abrir la puerta de casa y encontrarte de frente con Sierra Nevada... pequeños placeres de este lugar, además de tranquilidad absoluta, mucha simpatía y un ambiente de lo más acogedor y familiar ;-)
Os invitamos también a que recorráis los alrededores de Guadix y disfrutéis de sus maravillosos paisajes de tierra roja y amplios campos verdes. Prestad atención porque en los montes ondulados podréis encontrar más casas-cuevas abandonadas, aunque sólo veréis las puertas y algunas ventanas pequeñas. Recuerdo que alguien en Guadix nos dijo que las cuevas que no estaban habitadas en los montes también fueron empleadas como escondrijos durante la Guerra Civil ¡Y es que muchas de ellas pasan completamente desapercibidas!.
¿Os animáis a vivir una experiencia troglodita en Guadix? :-D
Artículo escrito por: Un Mundo Fasciante