Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Cudillero ha sabido mantener su encanto marinero. Encanto que, sumado a el colorido de sus casas y a su bonito enclave, en la ladera de una montaña, lo convierten en uno de los más pintorescos de la costa cantábrica.
Nada mas tomar la última curva de la sinuosa carretera que te lleva hasta el, te das cuenta de que llegas a un lugar mágico. Su situación, su color, su ambiente, sus calles y sus casas forman un conjunto único, comparable a muy pocos en nuestro país.
Históricamente Cudillero ha sido un pueblo marinero y de ahí viene su colorido, ya que los marineros utilizaban la pintura que les sobraba de pintar sus barcos para sus casas. Unas casas situadas en la ladera de una montaña y mirando hacia al mar, como si de un anfiteatro se tratase.
Es interesante un paseo por al casco antiguo de la villa por sus estrechas callejuelas y observar por sus numerosos miradores y disfrutar del ambiente marinero.
Cudillero también cuenta con algunos monumentos reseñables: la Capilla del Humilladero, de estilo gótico del siglo XIII. La capilla de San Pedro que data de mediados del siglo XVI. El edificio del Ayuntamiento se construyo a mediados del siglo XIX. El Palacio de Selgas.
También merece la pena visitar las numerosas playas que rodean el municipio. Como la Playa del Silencio, una de las más bonitas de Asturias.