Tabarca es un lugar único que atrapa con su historia, haciéndonos recordar que inspiró a artistas y atrajo a piratas.
Precisamente, para hacer frente a la piratería, la isla fue fortificada y poblada por habitantes de la isla de Tabargah, situada en Túnez. De aquella época se conservan las murallas, las puertas de San Gabriel, San Miguel y San Rafael, la torre defensiva de San José, la Casa del Gobernador y la iglesia. En el extremo oriental de la isla se encuentra el faro, del s.XIX.
Es además un auténtico paraíso marino (reconociéndose en 1986 como la primera reserva marina del país) de aguas cristalinas y espectacular fauna y flora que hará las delicias de los amantes del buceo. La línea de la costa es recortada, formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de cantos rodados y una única playa de arena con aguas transparentes.
La visita típica suele ser de un día. Desde el puerto de Alicante parten regularmente barcos que, en poco más de una hora, nos llevarán a la isla. También se puede acceder desde Santa Pola, o Benidorm. Ya en la isla, los visitantes podrán disfrutar de calas y playas de aguas transparentes y de un pintoresco puerto marinero, con todos los servicios necesarios para una que la visita sea perfecta. Además, el visitante puede alojarse en la propia isla gracias a la apertura de establecimientos de alojamiento en los últimos años.