Situado a unos cuatro kilómetros del centro de Burgos, este monasterio es una de las joyas góticas con las que cuenta la capital burgalesa.
Ubicado al oeste de la ciudad de Burgos, fué construido a finales del s.XV y principios del XVI, cuenta con una iglesia gótica isabelina, dentro de la cual, podemos admirar el magnifico retablo mayor obra de Gil de Siloé, así como los sepulcros de los Reyes Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, y el infante don Alfonso, también obra de Gil de Siloé.
También de destacar es la sillería del coro, de estilo renacentista.