El Monasterio de San Juan de la Peña es, cuanto menos, un lugar curioso. Nada más llegar sorprende el encontrarte con el edificio incrustado en la roca de una montaña.
Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca)
Su interior no es menos sorprendente. Su planta, por su situación adosado a la roca, es totalmente irregular y la mayoría de sus estancias deben su forma a su pared natural, la roca. Recovecos, rincones y más rincones, para adaptarse a la piedra, podemos encontrar en su bonito interior.
Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca)
Al margen de la parte curiosa que supone la situación, el monasterio es una joya románica. Su entorno, declarado Monumento Natural, y el propio monasterio, declarado Bien de Interés Cultural, forman un conjunto perfecto.
Una de las partes más bonitas del interior es su claustro, del que se conservan algunos capiteles del siglo XI de gran belleza.
Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) - Claustro.
Este monasterio fue el más importante de Aragón en la Edad Media. Se considera cuna del Reino de Aragón y en el se daba sepultura a los reyes de Aragón y de Navarra. El aspecto que actualmente tiene el Panteón Real es del siglo XVIII.
