Debido al auge que alcanzó la ciudad a principios del siglo XX, la antigua casa consistorial, de estilo herreriano, del siglo XVI, se había quedado pequeña, por lo que en 1900 se comienza la construcción del nuevo Palacio Consistorial sobre el solar del antiguo, obras que finalizarían en 1907.
Se trata de un edificio de planta triangular. La fachada está realizada completamente en mármol blanco, y destacan en el tejado las cúpulas de zinc. Todo el exterior está decorado repetidas veces con los emblemas de la ciudad: el castillo de la Concepción del escudo de la ciudad, y la corona mural, concedida por el general romano Escipión cuando tomó la ciudad de Carthago Nova.
En su interior destaca la gran escalera imperial en torno a la que se encuentran diversas dependencias municipales como el salón de plenos y el despacho del alcalde. Son reseñables las obras de fundición como columnas y lámparas y la colección de cuadros de personajes ilustres de la ciudad desde el siglo XVIII.